De la autohormigonera al curado acelerado: todos los consejos para un cemento perfecto

Cemento y hormigón son dos materiales fundamentales en todo tipo de obras de construcción. Gracias a su capacidad endurecedora se utilizan en los cimientos y en la construcción de los elementos de apoyo. Por este motivo, es importante preparar material de buena calidad y echarlo en las mejores condiciones posibles con el fin de evitar errores, grietas o desniveles.

Para disponer siempre del mejor cemento, y optimizar tiempos y costes, es indispensable utilizar autohormigoneras profesionales, fáciles de manejar y de uso intuitivo. De esta manera, a partir de la mezcla, ¡no cometerás errores y obtendrás un hormigón perfecto!

Por qué usar una autohormigonera en las obras de construcción

El hormigón es indispensable en todas las obras. Esta combinación de agua y materiales sólidos se mezcla dentro del tambor de la autohormigonera gracias a las palas giratorias. De esta manera, es posible obtener un producto denso, homogéneo y listo para usar.

Las principales ventajas de las autohormigoneras DIECI son:

  • Autosuficientes en la preparación de la mezcla. Gracias a la pala cargadora, el hormigón se puede producir incluso lejos de los centros de abastecimiento con lo cual se evitan interrupciones o paradas que requerirían la intervención de los operadores.
  • Amplia capacidad de producción. Aprovechando las elevadas prestaciones de la autohormigonera y la rapidez del ciclo de producción, es posible obtener 100 m3 de hormigón en tan solo 5 horas de trabajo.
  • Ahorro en términos de costes y de mano de obra, ya que la mezcla se puede realizar tanto durante el transporte como en las obras. En efecto, autohormigoneras como las F7000 CCS están homologadas para circular por carretera incluso con plena carga. Así pues, es posible organizar y gestionar mejor el tiempo de trabajo y dedicar la atención necesaria a las diferentes actividades de las obras.

Hormigón: errores a evitar

Cuando el hormigón se mezcla dentro de la autohormigonera es importante dosificar correctamente las cantidades de material por no terminar amasando un producto que, luego, no se podrá utilizar por ser de mala calidad. Para obtener un hormigón excelente es fundamental:

  • usar la justa cantidad de agua. En efecto, el agua es el elemento clave para que el hormigón sea más o menos fuerte. El líquido actúa como catalizador durante la fase de hidratación, lo que permite que se formen los enlaces químicos necesarios para que el cemento se endurezca. Un error que se puede cometer fácilmente es añadir demasiada agua, en cuyo caso la mezcla quedará “aguada”. Esto bloquea el desarrollo de los enlaces químicos y, en consecuencia, el producto queda demasiado poroso y, por lo tanto, tiende a sufrir retracciones y a agrietarse.
  • amasar bien la mezcla hasta que sea densa y homogénea, sin grumos y bien compacta. Para lograrlo, es importante utilizar vehículos para la construcción altamente eficientes. Las autohormigoneras DIECI están dotadas de palas en espiral, que trabajan la masa en todas las secciones. Además, el alto espesor del acero utilizado para el tambor garantiza la indeformabilidad y la larga duración a lo largo del tiempo.

Por otro lado, en el momento de la colocación es importante identificar los problemas de la colada y buscar soluciones adecuadas. El cemento debe echarse sobre superficies encofradas, que eviten la evaporación del agua a través de áreas externas. Usando costados de acero, PVC o contrachapados recubiertos con resina es posible proteger el material y evitar una pérdida excesiva de agua.

Como echar el hormigón en invierno y en verano

También las condiciones climáticas son un elemento muy importante, que se debe tener en cuenta para obtener un correcto curado del hormigón. Durante la fase de hidratación, el material desarrolla sus propiedades; para lograrlo, es importante controlar la velocidad de hidratación, que depende básicamente de la humedad y del calor del entorno. La temperatura ideal para el hormigón es de aproximadamente 10-15 °C.

No es raro que, en caso de temperaturas frías o demasiado elevadas o de lluvias, si no se toman precauciones, el hormigón sea defectuoso. A continuación, algunas indicaciones sobre cómo trabajar el hormigón según el clima:

  • en invierno, o con temperaturas muy frías, es fundamental evitar que el suelo o la misma mezcla se congelen. Para evitarlo, antes de echar el hormigón, se puede cubrir el área para evitar que se enfríe. También es posible añadir agua caliente durante el tiempo de espera, de manera que se mantenga una temperatura adecuada y constante durante todo el proceso. Finalmente, es posible usar aceleradores que mejoren el tiempo de fraguado. De esta forma, se asegura que la parte superior del cemento no se fragüe antes que la parte inferior y, así, se evite la formación de grietas;
  • con temperaturas cálidas, es esencial mantener constante la humedad del hormigón para evitar que se produzcan interrupciones en la fase de hidratación. Un factor de riesgo que se debe evitar absolutamente es la evaporación del agua en la superficie. Si esto ocurre, se formará una capa superior más débil. Después de echar la colada, se aconseja cubrirla con lonas de plástico y usar un apresto para mantener el producto adecuadamente húmedo;
  • para evitar problemas relacionados con la lluvia, es útil favorecer un buen drenaje, ya que se evitará que se creen charcos en las áreas excavadas para los cimientos. Además, es fundamental impedir que el agua de lluvia entre en contacto con la mezcla de hormigón mientras se endurece y no esparcir cemento seco sobre la superficie mojada para “absorber agua”.

DIECI también garantiza la seguridad y el confort del operador incluso con temperaturas frías. Además de un tambor altamente aislante, que protege el hormigón de las temperaturas exteriores, la cabina dispone de calefacción y está insonorizada, con lo cual también se protegen a los operadores.